• The Chase

    The Chase

    ★★★½

    Es tan hiperbólica que funciona mejor como parábola que como retrato realista de una sociedad decadente y corrupta –entiendo que ni Arthur Penn ni Horton Foote pretendían reflejar con minuciosidad un ecosistema concreto, sino ponerlo frente al espejo y deformarlo hasta el paroxismo–. Eso sí, consigue con creces exasperar a un espectador que no puede creer que tanta maldad conviva en tan pocos kilómetros cuadrados. The Chase es pesimista y tan desgarradora como sus personajes.

  • The Beatles: Get Back

    The Beatles: Get Back

    ★★★★½

    Lo mejor que le ha pasado al mundo en los últimos, digamos, 100 o 150 años, tranquilamente.

  • The Rider

    The Rider

    ★★½

    Iba a decir que empieza a ser un poco cansino cierto patrón indie que se le imprime a películas como The Rider, salpicada de planos de paisajes que pretenden ser líricos, pero que podrían intercalarse en cualquier otra cinta del género –por llamarlo de alguna forma– o en, por ejemplo, algún anuncio de colonias. El caso es que, a lo tonto, podemos llevar ya 15 años aguantando una poesía impostada que, lejos de despertar los sentimientos, consigue apagarlos hasta el tedio más absoluto.

  • Soft & Quiet

    Soft & Quiet

    ½

    Se ha roto el abyectómetro.

  • The Big Lebowski

    The Big Lebowski

    ★★★½

    Una de las películas que más ha fluctuado en mi cabeza todas las veces que la he visto: la primera me dejo algo indiferente; la segunda me encantó; y esta tercera me ha gustado. Entiendo que The Dude, según el día que te pille, puede ser un personaje tan carismático como irritante.

  • Faster, Faster

    Faster, Faster

    ★★★½

    A veces, con ver el mar es suficiente.

  • Reality Bites

    Reality Bites

    ★★★½

    La historia de amor –lo más convencional de Reality Bites– no es más que un tema (insignificante) entre los muchos (más universales) que Ben Stiller refleja de forma premonitoria y sorprendente (o sorprendentemente premonitoria) el siglo XXI siete años antes de su advenimiento.

  • Rushmore

    Rushmore

    ★★★½

    Puede que Rushmore sea una de las películas menos plásticas de Wes Anderson, pero tal vez por eso, por esa falta de manierismo, también resulta una de las más sinceras. A ello ayudan, por supuesto, unos personajes menos encorsetados en formalismos, inolvidables, como la mayoría de los que desfilan por esta filmografía, y que hacen que este coming of age sea tan nostálgico y (a ratos) agridulce como feliz.

  • Master and Commander: The Far Side of the World

    Master and Commander: The Far Side of the World

    ★★★★

    Es cine clásico del de antes, signifique eso lo que signifique. De hecho, y por mucho que el Surprise diste del público varias millas náuticas, no hace falta un catalejo para, de un simple vistazo, descubrir sobre la cubierta de Master and Commander: The Far Side of the World al almirante John Huston y al capitán Howard Hawks cediendo el mando a Peter Weir.

  • The Banshees of Inisherin

    The Banshees of Inisherin

    ★★★

    Como Martin McDonagh, soy un tibio... Y por eso estoy de acuerdo con todo lo que leo a los que os ha gustado y a los que no The Banshees of Inisherin.

  • Gunfight at the O.K. Corral

    Gunfight at the O.K. Corral

    ★★★★

    En español, Gunfight at the O.K. Corral se titula Duelo de titanes y debe de hacer referencia al enfrentamiento interpretativo entre Kirk Douglas y Burt Lancaster en los que son, muy probablemente, dos de los mejores papeles de sendas filmografías.

  • Silence

    Silence

    ★★★½

    Silence lanza –y deja en el aire– más preguntas que sentencias y precisamente por eso es tan elogiable un trabajo que surge de un católico confeso como Martin Scorsese, con más problemas y conflictos que resolver con la Iglesia que con el cristianismo. Existe en la película, además, cierto halo de convivencia entre religiones y culturas –algo que se explicita, sobre todo, mediante el personaje de Liam Neeson– que también es un acierto, y un juego de espejos entre el…