Es tan hiperbólica que funciona mejor como parábola que como retrato realista de una sociedad decadente y corrupta –entiendo que ni Arthur Penn ni Horton Foote pretendían reflejar con minuciosidad un ecosistema concreto, sino ponerlo frente al espejo y deformarlo hasta el paroxismo–. Eso sí, consigue con creces exasperar a un espectador que no puede creer que tanta maldad conviva en tan pocos kilómetros cuadrados. The Chase es pesimista y tan desgarradora como sus personajes.
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The Beatles: Get Back 2021
Lo mejor que le ha pasado al mundo en los últimos, digamos, 100 o 150 años, tranquilamente.
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The Rider 2017
Iba a decir que empieza a ser un poco cansino cierto patrón indie que se le imprime a películas como The Rider, salpicada de planos de paisajes que pretenden ser líricos, pero que podrían intercalarse en cualquier otra cinta del género –por llamarlo de alguna forma– o en, por ejemplo, algún anuncio de colonias. El caso es que, a lo tonto, podemos llevar ya 15 años aguantando una poesía impostada que, lejos de despertar los sentimientos, consigue apagarlos hasta el tedio más absoluto.
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The Big Lebowski 1998
Una de las películas que más ha fluctuado en mi cabeza todas las veces que la he visto: la primera me dejo algo indiferente; la segunda me encantó; y esta tercera me ha gustado. Entiendo que The Dude, según el día que te pille, puede ser un personaje tan carismático como irritante.
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Reality Bites 1994
La historia de amor –lo más convencional de Reality Bites– no es más que un tema (insignificante) entre los muchos (más universales) que Ben Stiller refleja de forma premonitoria y sorprendente (o sorprendentemente premonitoria) el siglo XXI siete años antes de su advenimiento.
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Rushmore 1998
Puede que Rushmore sea una de las películas menos plásticas de Wes Anderson, pero tal vez por eso, por esa falta de manierismo, también resulta una de las más sinceras. A ello ayudan, por supuesto, unos personajes menos encorsetados en formalismos, inolvidables, como la mayoría de los que desfilan por esta filmografía, y que hacen que este coming of age sea tan nostálgico y (a ratos) agridulce como feliz.
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Master and Commander: The Far Side of the World 2003
Es cine clásico del de antes, signifique eso lo que signifique. De hecho, y por mucho que el Surprise diste del público varias millas náuticas, no hace falta un catalejo para, de un simple vistazo, descubrir sobre la cubierta de Master and Commander: The Far Side of the World al almirante John Huston y al capitán Howard Hawks cediendo el mando a Peter Weir.
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The Banshees of Inisherin 2022
Como Martin McDonagh, soy un tibio... Y por eso estoy de acuerdo con todo lo que leo a los que os ha gustado y a los que no The Banshees of Inisherin.
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Gunfight at the O.K. Corral 1957
En español, Gunfight at the O.K. Corral se titula Duelo de titanes y debe de hacer referencia al enfrentamiento interpretativo entre Kirk Douglas y Burt Lancaster en los que son, muy probablemente, dos de los mejores papeles de sendas filmografías.
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Silence 2016
Silence lanza –y deja en el aire– más preguntas que sentencias y precisamente por eso es tan elogiable un trabajo que surge de un católico confeso como Martin Scorsese, con más problemas y conflictos que resolver con la Iglesia que con el cristianismo. Existe en la película, además, cierto halo de convivencia entre religiones y culturas –algo que se explicita, sobre todo, mediante el personaje de Liam Neeson– que también es un acierto, y un juego de espejos entre el…