La virtud de "20.000 especies de abejas" está en la delicadeza y la naturalidad de sus imágenes. Urresola, en un debut inmejorable, encuadra lo que quiere encuadrar y cuando quiere encuadrarlo aportando verdad y realidad a la película.
La otra gran virtud es Sofía Otero, la actuaciónde esa niña enfrebtada con ella misma es histórica y ayuda a creernos en todo momento lo que se nos está contando.
Algo que me ha gustado también es que no va a sacarte…